¿Nos daña la pornografía?

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Una investigación científica publicada por la organización Fight the New Drug (Lucha contra la nueva droga) revela que la pornografía daña el cerebro, las relaciones humanas y afecta a la sociedad. A continuación se detallan algunos de los daños que provoca:

La pornografía es como una droga: A simple vista la cocaína y la pornografía no parecen tener mucho en común, sin embargo estudios han demostrado que el uso de la pornografía hace que el cerebro libere los mismos productos químicos de placer de la misma forma en la que lo hacen las drogas.

La pornografía cambia el cerebro: Al igual que el drogadicto, el consumidor de pornografía eventualmente requerirá cada vez una dosis mayor para satisfacer sus deseos de placer. La pornografía puede incluso afectar la forma en la que normalmente soluciona los problemas de su día a día. Cuanto más pornografía consume una persona, más grave es el daño a su cerebro y se vuelve más difícil liberarse. Pero hay buenas noticias, este fenómeno funciona en dos sentidos, esto quiere decir que el daño al cerebro puede deshacerse cuando alguien se aleja de este tipo de conductas y comportamientos no saludables.

La pornografía es adictiva: Al consumir cigarrillos, alcohol, drogas o pornografía se activa una sustancia llamada dopamina, genera adicción. El individuo tiende a aumentar la dosis de pornografía. Por lo tanto, entre más tiempo pasa, es más difícil alcanzar el mismo nivel de satisfacción.

La pornografía afecta el comportamiento: Muchos consumidores de pornografía buscan formas de excitarse a través de cosas que antes probablemente les daría asco o aspectos que con anterioridad considerarían como poco éticos y moralmente incorrectos. Una vez los consumidores comienzan a ver actos sexuales extremos y peligrosos, su cerebro empieza a normalizar ese tipo de actos, considerándolos como comunes y sin mayor relevancia en aspectos morales.

Artículo extraído de:

La voz del Peregrino

Ejemplar Junio 2016

Autor: Fernando Piñeiro

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